domingo, 19 de mayo de 2013

“Diccionario general ilustrado de la lengua española”

“Diccionario general ilustrado de la lengua española”
El prólogo de este diccionario se llama “El diccionario que deseamos” .
Este diccionario lo que nos dice en este prólogo es que sería de desear que la Academia Española, cuyo diccionario sirve de norma a todo los demás modificase el orden alfabético que actualmente emplea y volviese al que usó en su comienzo en el Diccionario de Autoridades y en las primeras ediciones del Diccionario vulgar. En las primeras ediciones académicas se seguía un orden alfabético, pero después las letras ch y ll se pusieron como letras aparte y aquí el prólogo nos dice que va en contra del uso internacional. Por último también nos menciona la separación de Nebrija y Covarrubias ellos separaban c con a o con o del c con e o con i colocando ce ci después de agotar las combinaciones ca co cu.
Dentro de este prólogo tenemos varios apartados:
·         Dos tipos de diccionario
Tenemos  un diccionario que se le ha llamado Tesoro de la lengua  que es el diccionario como una selección de aquellos elementos que en el idioma gozan de un valor general.
Pero en oposición a esos diccionarios se hacen otros diccionarios que se han titulado de la lengua hablada concediendo mucha más parte al habla conversacional diaria.
En este apartado nos dice que lo quiere es un léxico total, menos ambicioso de pureza normativa, más afanado en el acopio de todos los bienes sean ricos, sean de escaso valor. El diccionario de hoy debe acudir a las múltiples necesidades del presente y del futuro preveer las dificultades que el lector de mañana encontrará en nuestros escritos.
·         El caudal del diccionario I
Compara el Diccionario de la Academia Española que calcula que no llega a tener 67.000 voces con el New Dictionary de Oxford publicado entre  1886-1928 que contiene unas 400.000 voces. Miguel de Toro Gisebert ha reunido 2.400 vocablos para tres páginas de la letra ch en que la Academia no tiene sino 240 y reconoce que podría llegar a 400.000 a 500.000 voces
·         Neologismos y Arcaísmos
El diccionario tesoro escrupuliza  la admisión de una palabra nueva y no la recibe si no la juzga afirmada en el uso correcto que a cada género de voces corresponde.
El diccionario total debe registrear los neologismos personales de los autores modernos.
La inatención hacia el neologismo es tan grande en la lexicografía que frecuentemente no alcanzamos la razón de por qué omite algunos vocablos el diccionario selectivo , el diccionario lo que más tiene que ayudar es a combatir es el neologismo por ignorancia en autores sin instrucción del pasado.
·         Tecnicismo
Otro de los puntos en que más difieren el diccionario tesoro y el diccionario archivo es en lo referente a los tecnicismos. Los diccionarios selectivos deben incluir aquellos vocablos técnicos que una persona culta no debe ignorar .En este apartado nos dice que los tecnicismos usados por grandes escritores como Rubén Darío deben ser explicados por el Diccionario.
·         Localismos
Los localismos que más nos interesan son en especial aquellos propios de las regiones que fonética y morfológicamente tienen más estrecha relación con la lengua común. Los localismos ofrecen el ser elementos vivos del lenguaje que a causa de su limitación tienen que ser especialmente declarados por el Diccionario.
·         Modo de exponer el caudal léxico II
Un diccionario que aspira a ser copioso debe acoger lo más peculiar de cada localidad a la vez que lo más general, lo practicado por las gentes más cultas entre los hablantes.
·         Etimología y fecha
La etimología no es una curiosidad erudita de interés histórica sino que es la base misma de la propiedad idiomática. Sólo cuando conocemos el origen de un vocablo podemos comprender el fundamento y límites de su fuerza expresiva. La fecha va esencialmente unida al estudio de la etimología en que aparece la palabra y por no atender a la fijación de esa fecha se cometen frecuentes errores en las investigaciones etimológicas. Es preciso que el Diccionario español nos informe de cuándo se halla por primera vez cada palabra y cada acepción de palabra. El saber cuándo empieza a usarse cada palabra tiene importancia, no sólo para trabajos científicos sino para el uso práctico.
·         Orden de las acepciones
La etimología y la fecha de la palabra han de ser el punto de partida para la ordenación de las varias acepciones. Esa ordenación ha de servir, no sólo para facilitar al lector la búsqueda de la acepción que desea, sino principalmente para orientarse sobre la significación originaria del vocablo y sobre la relación que con ese significado tienen las acepciones derivadas. Los dos sistemas de ordenación que se dicen diversos, el lógico y el histórico, no pueden ser más que uno el llamado orden lógico el que se aplica por ignorancia por desconocer la historia de la palabra.
En el caso de que las acepciones sean muchas suelen ordenarse en fila recta y única escogiendo una acepción para el comienzo y yuxtaponiendo las demás. Sólo una ordenación  con la fecha absoluta o relativa de cada acepción nos deja apreciar de un vistazo la historia de la palabra, nos explica el nacimiento de cada nuevo significado surgido y nos hace comprender la exacta propiedad de cada uno de ellos
·         Definición y sinonimia
El que redacta una definición tiene en cuenta las voces sinónimas buscando diferencias que le guíen  para lograr en ella acierto y precisión. Una vez definida con toda exactitud una voz, el consultor del léxico puede hallar por sí mismo las diferencias respecto a las voces sinónimas.
·         Accidentes gramaticales
Los diccionarios omiten por lo general indicaciones respecto a los accidentes gramaticales. Para la historia lingüística y para la corrección de los defectos no basta advertir que el plural del compuesto, es preciso hacer mención expresa de los defectos más vulgarizados. Más vale que el diccionario tienda a la abundancia que no a la escasez en toda clase  de observaciones sobre plurales, femeninos, diminutivos, aumentativos, superlativos, acento de las formas verbales y toda clase de puntos dudoso.
·         Voces despectivas y eufemísticas
El Diccionario señala algunos vocablos con la nota de “despectivos”. En oposición al matiz despectivo o burlesco se halla el eufemístico el hablante quiere esquivar el sentido peyorativo. Un ejemplo es cuando al cerdo se le llama de la vista  baja, no se hace por razones de familiaridad como el Diccionario dice, sino por vulgar eufemismo.

Este prólogo nos hace una conclusión desde mi punto de vista cierta y adecuada nos dice el  Diccionario ha de mostrar rápidamente el valor originario de cada vocablo, su trayectoria histórica y su situación precisa en el presente. Para mi opinión un diccionario debe tener todo su valor original porque un diccionario mal hecho o que sea imposible de entender para los lectores e incluso que sea un Diccionario incompleto es algo muy dificultoso para el propio lector por eso un diccionario debe estar completo








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